Este conjunto está realizado en un material muy popular en Europa desde la Antigüedad, difundido en América durante el periodo colonial: el peltre. Es una aleación de estaño, cobre o bismuto, y plomo o antimonio, según la época. El tipo de recipiente de la cafetera parece inspirado en modelos de origen británico realizados en plata entre la segunda mitad del siglo XVII y el primer tercio del XVIII. Como suele ocurrir con los diseños historicistas, la fidelidad de la cafetera a los modelos originales es relativa pues, en lugar de asentar sobre su base, las tres piezas se alzan sobre cuatro patas en forma de cartela de rocalla. Estos detalles responden a la aplicación de un diseño rococó muy característico que, sin embargo, hasta el siglo XIX no se había usado en el asiento de este tipo de piezas.