El reloj de pie como ostentosa pieza de mobiliario perdió popularidad en Inglaterra a inicios del siglo XIX, como consecuencia de los cambios culturales asociados a la caída del antiguo régimen. Aun así, la producción de relojes de pie no cesó, principalmente en los Estados Unidos donde se le conoció bajo el nombre de grandfather clock, término que pretendía dar un aura de linaje e impostada nostalgia. Estos relojes nuevos en fabricación, pero anacrónicos en uso y forma, replicaron los modelos estilísticos del pasado. Este reloj de pie o longcase clock está construido en madera chapada en nogal y replica formas arquitectónicas distribuidas en tres cuerpos ornamentados y funcionales. La esfera del reloj es posiblemente lo que despierta mayor interés a la contemplación. Rematando la parte de arriba, una marina pintada al óleo que podría ser el río Clyde en Dumbarton (Escocia) con el acantilado donde se erigió en 1220 el castillo que da nombre a la localidad.