A la cabeza de la familia, aparece sentado Francisco Arocena y Muñuzuri, quien a los 31 años contrajo matrimonio en 1902 con María Zenaida de Arocena y Ávila, por entonces de 23. La boda se celebró en Nueva York y selló una relación con fuertes raíces vizcaínas en España. Francisco Arocena fue sobrino y yerno de Rafael Arocena y Arbide, un notable empresario algodonero de la región Lagunera hacia finales del siglo XIX y principios del XX. Los comerciantes y propietarios originarios de España jugaron un papel importante en el crecimiento económico y empresarial del espacio lagunero hacia el último tercio del siglo XIX. Tal fue el caso de Arocena y su sobrino Francisco, aunque una tragedia marcó la historia familiar. En 1918 muere Francisco. Al año siguiente muere en Nueva York Rafael Arocena. Las dos niñas se convertirían en dos mujeres al mando de los prósperos negocios, para continuar la cultura empresarial del abuelo y el padre.