Recámara de caballeros

Las haciendas algodoneras como Lequeitio, Santa Teresa, Begoña, El Cántabro, Finisterre y Covadonga estaban ubicadas entre los actuales municipios de Francisco I. Madero y San Pedro de las Colonias.  En aquella época, había que recorrer una distancia considerable del campo al núcleo urbano de Torreón. Los caminos eran de terracería y un viaje en automóvil podía tomar varias horas de recorrido. 

Después de una intensa semana de trabajo en el campo, en supervisión de los procesos de cultivo y pizca del algodón, el administrador de las haciendas por fin podía regresar a la ciudad para atender los negocios familiares. En su estancia en Torreón, podría haber ocupado esta habitación, la cual está actualmente decorada con un elegante juego de recámara manufacturado en madera de roble español y en estilo neoclásico, una tendencia que se vuelve muy importante en la península ibérica hacia finales de siglo XIX. De todo el conjunto, se destaca poderosamente el tocador, cuya luna está finamente decorada en bronce dorado y cuyos motivos complementan espléndidamente las líneas más sencillas del resto del mobiliario.